James Blake llega a la Sala 1 Pau Casals de L’Auditori el próximo 27 de abril para unirse a la ‎temporada Sit Back. Coproducido por L’Auditori y el Primavera Sound, el concierto supondrá ‎la primera vez que el artista británico visite L’Auditori.‎

‎* Las localidades ya están a la venta en la web de L’Auditori.‎

Sit Back comenzará el próximo 15 de octubre con la presentación del nuevo trabajo de ‎Francesco Tristano, Tokyo Stories. La siguiente cita será el 20 de noviembre con el aclamado ‎cantante y guitarrista Robert Forster, que nos traerá su séptimo álbum, Inferno. Pau Vallvé ‎estará en L’Auditori el 13 de diciembre con el disco Life vest under your seat. Y en el mes de ‎febrero, el día 14, María José Llergo nos hará conocer un EP recién salido del horno y unas ‎ganas inmensas de mostrarnos que tradición y modernidad van necesariamente cogidas de la ‎mano.‎

‎Sobre James Blake‎
Tenemos la engañosa sensación de conocer perfectamente al londinense porque ha hecho ‎carrera a base de exponer sus sentimientos en sus canciones, pero no es fácil saber con ‎exactitud de qué hablamos cuando hablamos de James Blake. Algunos dirán que es aquella ‎atípica estrella pop que arranca a cantar en castellano a dúo con Rosalía; otros defenderán ‎que es el crooner afligido que se alía con Justin Vernon para competir quien tiene el falsete ‎más emocionante. ¿Qué es lo que hace? ¿Imaginar el futuro? ¿Revisar el pasado? ¿Conectar ‎ambos? A estas alturas el color de su música no está del todo claro, si es que tiene alguno en ‎concreto. También hay dudas sobre si es un productor urbano o de beats de dormitorio. En ‎realidad, ¿es un productor?, ¿un pianista?, ¿un cantante? Tal vez sea un rapero aunque no lo ‎parezca: si ha colaborado con Kendrick Lamar, Jay-Z, Vince Staples, Travis Scott y André 3000, ‎será por algo. Entonces, ¿qué y quién es James Blake? Where ‘s the catch?‎

El truco, si es que lo hay, lo ha ido perfeccionando en un tiempo récord. Ha conseguido que ‎no haya un único James Blake: se ha merendado sus propios límites. Antes de ayer era una ‎pieza más del puzzle post-dubstep que montó con colegas como Mount Kimbie y Joy Orbison, ‎y ahora ya puede decir que Beyoncé le reclutó para su icónico Lemonade. Toda una vida ‎condensada en diez años de crecimiento en paralelo al Primavera Sound. 2011, 2013, 2015 y ‎‎2019: ya acumula cuatro visitas al festival. Cuatro son también los trabajos que ha lanzado ‎hasta ahora. El más reciente, Assume Form, llegó el pasado mes de enero para completar una ‎sucesión de discos que quizá no han conseguido aclararnos del todo quién es James Blake… ‎pero sí ha servido para definir el sonido de esta década que ya está a punto de terminar sin ‎haberle visto dar un solo paso en falso.‎