DMITRI SHOSTAKÓVICH
(San Petersburgo 1906 – Moscú 1975)

CUARTETO DE CUERDA n.º 4 en rE MaYor, op. 83

(1949) – 25’

Allegretto
Andantino
Allegretto
Allegretto

PAUSA 15′

DMITRI SHOSTAKÓVICH

CUARTETO DE CUERDA n.º 5 en sI B MaYor, op. 92

(1952) – 30’

Allegro non troppo —
Andante — Andantino — Andante — Andantino — Andante —
Moderato — Allegretto — Andante

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por Berta Coll i Bosch

Dmitri Shostakóvich es presentado a menudo como un compositor que llevaba una doble vida. Ante las presiones artísticas del régimen soviético, compuso algunas obras afines al realismo socialista, marcadamente patrióticas, como la Quinta sinfonía. Paralelamente, mantuvo una línea compositiva propia, más experimental y menos programática. Aunque esta dicotomía puede matizarse, durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial el compositor sufrió más que nunca la persecución del Gobierno de la URSS contra artistas e intelectuales. En febrero de 1948, el Comité Central del Partido Comunista lo condenó, junto con otros compositores, por «negar los principios básicos de la música clásica y predicar la atonalidad, la disonancia y la desarmonía». Le despidieron del Conservatorio de Moscú, donde había trabajado hasta entonces, y desde ese momento hasta marzo de 1953, cuando murió Stalin, Shostakóvich fue con pies de plomo.

En 1949, el año en que compuso el Cuarteto n.º 4 en Re, op. 83 (1949), también aceptó el encargo de la banda sonora de la película propagandística La caída de Berlín. El Cuarteto n.º 4 en Re, op. 83(1949), sin embargo, es una joya sonora, de cuatro movimientos graciosos y al mismo tiempo contenidos, que incorpora referencias musicales de tradición judía. Los movimientos más destacados son el segundo, el andantino, en el que fluye un aire elegíaco que amplifica el sentido de la obra, y el allegrettofinal, con pasajes ciertamente intrigantes. Este cuarteto no fue estrenado hasta 1953, en un programa que también incluía el Cuarteto n.º 5 en Si b, op. 92 (1952).

El Cuarteto n.º 5, que es uno de los más conocidos y bien valorados de la integral de Shostakóvich, fue un regalo del compositor al Cuarteto Beethoven, la formación de cámara que le había sido más fiel y que en 1952 cumplía treinta años. Escrito un año antes que la Décima sinfonía, este cuarteto tiene una textura mucho más sinfónica que los anteriores. Por primera vez, Shostakóvich presenta un cuarteto con tres movimientos que deben interpretarse sin interrupción. El allegro non troppoinicial, más bien agresivo, contrasta con el andante, un movimiento lento y lleno de aflicción. El moderato-allegrocomienza suavemente, pero enseguida recupera la brusquedad rítmica y melódica del primer movimiento, que desemboca finalmente en un silencio estremecedor. Este cuarteto, pues, encarna el talante lleno de contrastes emocionales que tanto caracteriza al compositor.