DAVID MASLANKA
(New Bedford, Massachusetts 1943 – Missoula, Montana 2017)
RÉQUIEM
(2013) – 11'
OSCAR NAVARRO
(Novelda, Alicante 1981)
III CONCIERTO PARA CLARINETE Y BANDA SINFÓNICA
(2017) – 22'
José Miguel Micó, clarinete solista
PAUSA 20'
MICHAEL COLGRASS
(Chicago 1932 – Toronto 2019)
URBAN REQUIEM
(1995) – 28'
BCN Sax Quartet
BANDA MUNICIPAL DE BARCELONA
JOSÉ MIGUEL MICÓ, CLARINETE
BCN SAX CUARTETO: DAVID SALLERAS, SAXO SOPRANO · MARTA ROMERO, SAXO ALTO · JOAN SOLER, SAXO TENOR · DANI MOLINA, SAXO BARÍTONO
JOSÉ R. PASCUAL-VILAPLANA, DIRECCIÓN
CLARINETES Natalia Zanón, solista / Joana Altadill / Eduard Betes / Valeria Conti / Ángel Errea / Joan Estellés / Victoria Gonzálvez / Montserrat Margalef / Manuel Martínez / José Joaquín Sánchez / Antonio Santos / Joan Tormo / Laia Santamaria* / Javier Vilaplana, requinto / Martí Guasteví, clarinete alto / José Vicente Montesinos, clarinete bajo SAXOFONES Teresa Gómez*, soprano / Mauricio Esteller, alto / Gemma Torralbo*, alto / Armand Franco, tenor / José Jaime Rivera, tenor / Ernest Orts*, barítono FLAUTAS Manuel Reyes, solista / Carme Arrufat / Paula Martínez, flautín OBOES Pilar Bosque, solista / David Perpiñán / Carla Suárez, corno inglés FAGOTS Daniel Ortuño, solista / Xavier Cervera / Laura Guasteví, contrafagot TROMPAS Oleguer Bertran, solista / Claudia Cobos, solista / Hermano Izquierdo / Manuel Montesinos / Miguel Zapata TROMPETAS Y FISCORNOS Jesús Munuera, solista / Patricio Soler, solista / Mauricio Albás / Santiago Gozálbez / Jesús Pascual / José Joaquín Salvador / Susana Marco* TROMBONES Emilio Almenar / Francesc Ivars / Héctor Penades / Francisco Palacios, bajo BOMBARDINOS Rubén Zuriaga, solista / David Pantín TUBAS Toni Chelvi, solista / Francisco Javier Molina VIOLONCHELOS Jordi Claret* / Esther Vila* CONTRABAJOS Enric Boixadós / Noemí Molinero TIMBALES Ferran Carceller, solista PERCUSIÓN Mateu Caballé, solista / Ferran Armengol / Alejandro Llorens / Mario Garcia* / José Vicente Espinosa* ARPA Laura Boschetti * PIANO Jordi Farran *
DIRECTOR TÉCNICO Joan Xicola
COORDINADORA EJECUTIVA Susanna Gamisel
ENCARGADO DE LA BANDA Montserrat Margalef
ARCHIVERO Àlex Fernández
SERVICIOS AUXILIARES Airun Servicios Culturales
* Colaborador/a
COMENTARIO
por Àlex Fernández
La reflexión sobre la muerte ha experimentado una gran renovación en el último siglo. El repertorio para banda ha recogido el testimonio de ello, y el programa que os presentamos hoy así lo refleja. Integrado por dos potentes réquiems con planteamientos muy diferentes —y, en medio, un caramelo de concierto para clarinete que, de alguna manera, es un réquiem disfrazado—, este programa supone remachar el clavo en el eje central de la temporada: muerte o retorno.
El réquiem contemporáneo es una obra muy abierta, formalmente flexible y desacralizada que, sin perder la profunda vertiente espiritual, va más allá de sus orígenes, ligados al oficio litúrgico celebrado para el reposo de los difuntos. Las dos guerras mundiales impulsaron la evolución de esta forma musical, y David Maslanka, en la partitura con la que abre el concierto, dibuja un canto a favor del pacifismo y la convivencia. Escrita en recuerdo de las víctimas del holocausto, plantea un interrogante: si la historia no admite cambios, pero la muerte, la rabia y la impotencia permanecen en nuestros corazones, ¿cómo podemos redimirnos? Maslanka plantea confiar en la música como bálsamo.
Urban Requiem, por el contrario, se inspira en los contrastes de la vida en la ciudad. Michael Colgrass fue batería en diferentes formaciones, y su estilo ecléctico y heterodoxo se rezuma por la pieza. Destaca su tratamiento del cuarteto de saxofones solista: juntos emulan la intensidad de las voces de un réquiem convencional y, cuando intervienen por separado, se convierten en personajes con rasgos diferenciados. Colgrass confiere al concierto un carácter coral y dialogante en el que los solistas se integran en el ecosistema que los rodea, así como el ciudadano anónimo se pierde y se fusiona con la metrópolis.
En cambio, el III concerto per a clarinet de Óscar Navarro, cinematográfico y grandilocuente, recupera el formato clásico del género: música para el lucimiento del solista. Detrás de esta apariencia ligera, sin embargo, se esconde una historia de dolor. David van Maele, clarinetista que estrenó la obra, sufrió la defunción de su hijo de ocho años. Así, la espectacular cadencia inicial representa las lamentaciones de los padres, y el tempo lento simboliza un sueño en el que la familia se reencuentra.
El ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor. De renacer de las cenizas cuando ha tocado fondo, de encontrar la comicidad y el humor dentro de las propias miserias. No obstante, y sobre todo, dispone del maravilloso poder de crear, de sublimar a través del arte. Por eso disfrutamos de una banda de música en la ciudad. Porque cada semana recordamos que la música nos hace reencontrar la belleza, trascender e intuir que, por unos minutos, todo tiene sentido.
