Los lulistas

JOHANN CASPAR FERDINAND FISCHER
(Krásno, Chequia 1656 – Rastatt, Alemania 1746)

Suite n.º 1 en Do mayor “Le Journal du Printemps”

(1695)

Ouverture
Marche
Air des combattants
Rigaudon
Menuet
Chaconne

GASPAR SANZ
(Calanda, España 1640 – Madrid, España 1710)

Instrucción de música sobre la guitarra española

(1674)

Alemanda “La Preciosa”
Corrente
Sarabanda francesa
Giga al aire inglés
Passacalles

GEORG MUFFAT
(Megève, Francia 1653 – Passau, Alemania 1704)

Sonata n.º 2 en sol menor

de Armonico tributo – (1682)

Grave
Allegro
Grave
Forte e allegro-Grave
Aria (allegro)
Grave
Sarabande (grave)
Grave
Borea

GEORG PHILIPP TELEMANN
(Magdeburg, Alemania 1681 – Hamburg, Alemania 1767)

Suite TWV 55:Es4

Ouverture
Entrée
Menuets I et II
Loure
Gigue
Bourrées I et II
Polonaise
Aria
Passepieds I et II

Arreglos para ensemble de cámara por Julio Caballero, basados en la práctica histórica de las partitions réduites.

La duración aproximada del concierto es de 75 minutos

COMENTARIo

por Oriol Pérez i Treviño

En la actualidad, El Gran teatro del mundo (1655) ya no es solo el título de un conocido auto sacramental del famoso dramaturgo y sacerdote madrileño Pedro Calderón de la Barca (1600-1681), sino que también es el nombre de un ensemble de música antigua fundado en el año 2016 y que este año actúa por segunda vez dentro del Festival Llums d’Antiga. Especializado en la música del Barroco francés, como atestigua el éxito de su actuación de hace cuatro años con la interpretación de transcripciones de arias y fragmentos de óperas de compositores que adscribimos a la etiqueta historiográfica del Grand Siècle, dentro de esta época destaca el nombre de Jean-Baptiste Lully (1632-1687). Nacido en Florencia, gracias a la influencia surgida de su amistad con el rey Luis XIV de Francia (1638-1715) recibió el título de Superintendente de la Música. No obstante, más allá de su innegable capacidad cortesana, que le llevó a ser el máximo artífice de la vida musical en la época del Rey Sol, no cabe duda de que Lully hizo grandes aportaciones en el ámbito de las formas musicales, como la comedia-ballet, la tragedia lírica, el grand motet y, especialmente, la protagonista del concierto de hoy: la suite a la francesa.

La suite de danzas –precedidas de su característica obertura, que Johann Sebastian Bach llevaría en los números de catálogo BWV 1066-1069 hasta las máximas cotas de construcción musical y de elaboración contrapuntística– no quedó tan solo como una forma característica de los compositores franceses, sino que poco después se extendió por diferentes países, especialmente por los territorios germánicos.

A través de la esquela de J. S. Bach sabemos que, en sus años de juventud, en la ciudad de Luneburgo, cerca de Hamburgo, se podía escuchar a una agrupación orquestal del Duque de Celle compuesta mayoritariamente por músicos franceses. El duque Jorge Guillermo de Brunswick-Luneburgo (1624-1705), casado desde 1676 con la hugonota Leonor Desmier de Olbreuse (1639-1722), permitió que en su corte se reunieran numerosos artistas y músicos protestantes desde la revocación, por parte de Luis XIV, del edicto de Nantes (1598), por el que Enrique IV de Francia y III de Navarra había otorgado igualdad de derechos a católicos y protestantes. El mismo año que nació Bach, en 1685, el Rey Sol declaró ilegal el protestantismo en Francia con el edicto de Fontainebleau, lo que provocó la huida de entre 200 000 y 500 000 ciudadanos franceses a países luteranos. La corte de Celle fue un refugio para músicos que constituyeron esta orquesta francesa en la Baja Sajonia. Fue desde allí que se diseminaron características orquestales y formas como la suite, lo cual explica el porqué de las obras del concierto de hoy de Fischer o Telemann. Muy distinto es el caso del compositor saboyano Georg Muffat, de ascendencia escocesa, que residió en París entre los años 1663 y 1669 y que, posiblemente, pudo recibir lecciones del propio Lully. De regreso a la órbita austrogermánica dio a conocer ya no solo su influencia francesa, sino también la italiana.

Completa el concierto una muestra de la música de Gaspar Sanz. Ya sea como contrapunto a la música de los lullystas (Die Lullysten) del concierto de hoy o para escuchar una muestra de la mejor música para guitarra de todos los tiempos, contemporánea de Calderón de la Barca, se añadirá alguna pieza perteneciente a los tres libros de su Instrucción de Música para corroborar la belleza de unas músicas y de unas interpretaciones aclamadas por la crítica y el público europeo.