CHRISTOPHER TRAPANI
(Nueva Orleans, Estados Unidos 1980)

Two Folksong Distortions

(2015) – Estrena nacional – 14

 

LARRY POLANSKY
(Nueva York 1954)

“Eskimo Lullaby” y “Sweet Betsy from Pike” de Songs and Toods

(2005) – Estrena nacional  – 20’

 

LIESA VAN DER AA
(Bélgica 1986)

Easy Alice

(2020) – 60

FOLK SONG DISTORTIONS:

Liesa Van der Aa, voz, violín y electrónica
Tom Pawels, guitarra eléctrica

 

EASY ALICE:

Liesa Van der Aa, voz y violín
Lander Gyselinck, percusión
Dries Laheye, guitarras
Niels Broos, teclados
Judith Okon, Sarah Devos y Nina Babet, coros

COMENTARIO

por Luis Codera Puzo

Que el doble concierto de Easy Alice y Song Distortions se presente simultáneamente en los ciclos Sit Back y Sampler Series del Auditori de Barcelona indica que explora mundos diversos con referencias a tradiciones, géneros y prácticas artísticas diferentes. Es el caso de Christopher Trapani, compositor de ascendencia italiana nacido en Nueva Orleans en 1980, formado en música y literatura. Two Folk Song Distortions consiste en el arreglo de dos canciones del folclore del sur norteamericano del siglo xix: Wayfaring Stranger y Freight Train. El término “arreglo” es probablemente insuficiente. Ambas piezas están adaptadas para guitarra (cuyas cuerdas están afinadas en intervalos microtonales inusuales), violín, voz y un dispositivo electrónico controlado en tiempo real. Mientras que la voz apenas presenta variaciones con respecto a la canción original, las partes de guitarra están modificadas por la electrónica mediante el uso repetido de algunos fragmentos, transposiciones, desafinaciones y coloraciones minuciosamente diseñadas por el compositor. La parte de violín, menos alterado, sólo repite algunas de sus intervenciones en loop. La estabilidad de la parte vocal permite que nuestra escucha se aferre a una referencia clara, que no esconde su origen y procedencia; a su alrededor, el mundo se deforma y altera. En esta oscilación cambiante entre la escucha de lo familiar y lo inusual, lo cercano y lo lejano, residen la naturaleza y el acierto de las Two Folk Song Distortions. En juego también está la distancia entre una tradición musical clásica y una tradición popular que Trapani logra que parezcan reconciliables: que en su caso parezca sencillo no significa que lo sea. Asimismo, parte de este mérito recae en la interpretación de Liesa Van der Aa y Tom Pauwels, músicos para los que se crearon los dos arreglos.

La aproximación de Larry Polansky (Nueva York, 1954) a los arreglos de piezas del folclore del continente estadounidense, como Eskimo Lullaby y Sweet Betsy from Pike, presenta similitudes y diferencias respecto a Trapani. Las piezas forman parte del ciclo Songs and Tod para guitarra, voz y electrónica al que, posteriormente, añadió el violín. De nuevo, la parte vocal se muestra prácticamente inalterada con respecto a su referencia original, aunque está cantada más lenta. A diferencia de las piezas de Trapani, en Polansky la electrónica no modifica los instrumentos, sino que añade varios interludios, en este caso controlados por la violinista-cantante. Otra particularidad que estimula el aspecto más curioso de nuestra escucha es la posibilidad de interpretar la prenda con una guitarra de resonadores con un sistema de trastos ideado por Lou Harrison, que permite un temperamento justo (una aproximación alternativa a la afinación templada habitual). Este sistema de afinación nos aleja de forma estimulante de la referencia original, a pesar de que las figuraciones de la guitarra y su relación con la voz recuerdan por momentos cuyo origen folclórico procede la canción. De nuevo: la distancia adecuada.

La capacidad de buscar referencias que enriquezcan nuestra escucha se desborda en Easy Alice, que sólo es una fracción de un universo más amplio. El propósito de este texto no es describir este concierto, sino incitar al oyente a buscar cómo se relaciona con las demás partes de este universo. La belga Liesa Van der Aa es muchas personas (cantante, compositora, violinista, actriz, directora, guionista), y todas convergen en el disco Easy Alice. El álbum publicado en 2020 se creó simultáneamente en la película experimental I can't go back to yesterday, dirigida, escrita e interpretada también por Van der Aa. El guión está basado en entrevistas a personajes icónicos como David Bowie, Pier Paolo Pasolini, Grace Jones o John Cage, si bien los diálogos que aparecen no siempre están articulados como entrevistas (¡ni tampoco como diálogos!). La autora lo define como un manifiesto sobre la culpa, la reclusión, la esquizofrenia, el sexo y el deseo de desafección. Disco y película, convergen en aspectos perfectamente identificables: existen partes de texto del guión de la película que aparecen en el disco y hay música del disco que aparece en la película (que también incluye música inédita). Sin embargo, se aprecian intercambios entre las formas de pensar de los mundos más sutiles y significativos: el álbum muestra cierta vocación conceptual, cierta noción de narratividad que podemos asociar al arte cinematográfico. No sólo abundan las inclusiones de diálogos; a Easy Alice el estilo vocal se acerca a la recitación y al habla. Es por momentos menos melódico que sus discos anteriores como Woth o Troops. De la misma forma, algunos detalles de la película evidencian su pensamiento musical: el manejo magistral y preciso del ritmo tanto en la edición como en los diálogos y los silencios; la sincronización sutil de algunas palabras entre varios personajes (por ejemplo, “I”, “yo” en inglés, de madre e hija en la segunda escena de la película) o la edición de algunos efectos de sonidos (como los chasquidos que se hacen con la boca en la tercera escena y que tienen una reverberación mucho mayor que el resto del diálogo). Existe una gran cantidad de detalles de los que se puede disfrutar con atención. Otro eslabón más en la referencialidad deEasy Alice: las entrevistas en las que se basa el guión. Por ejemplo, en la quinta escena de la película toma palabras (y el ritmo) de la entrevista que_Wim Mertens hace a John Cage en 1982 a propósito de un estreno de Glenn Branca. Cage responde distendido, entre risas, apacible. En I can't go back to yesterday, Van der Aa interpreta este texto de forma sutilmente desesperada. Mantiene y homenajea el mismo tempo pausado de Cage, pero la connotación es angustiosa. Las palabras no siempre son las mismas que en la entrevista original: también las diferencias aportan significado. Por su parte, en el disco algunas de estas frases aparecen con literalidad al final de la canción Easy Alice, pero esta vez recitadas por una voz masculina en un tono repulsivo y distinto a los dos anteriores. La escucha puede limitarse a disfrutar de cada versión, pero se multiplica cuando las relaciona. Por si todo esto no fuera suficiente, la interpretación en vivo (si debemos juzgar por el_streaming_ que hizo durante la pandemia y que probablemente se asemeje más que el disco al concierto de esta sesión) presenta un cuarto nivel referencial. La traducción de la grabación discográfica en el espectáculo en vivo cambia el orden, la estructura y la continuidad de sus canciones. Se potencia un lado funk que está más disimulado en el álbum por la impecable producción, y se da más peso a los instrumentos que a la electrónica. Se introducen, además, algunos de los diálogos de la película en un formato que bordea el aspecto musical y que está deliciosamente coordinado entre la creadora y las cantantes de soporte. En cualquier caso, conociendo la capacidad creadora de Liesa Van der Aa, sería poco prudente descartar que el concierto presente una nueva configuración de ese universo que nos otorgue referencias nuevas y sugerentes.

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