LUDWIG VAN BEETHOVEN
Bonn, Alemania 1770 – Viena 1827

Trío con clarinete en Si b mayor “Gassenhauer”, op. 11

(1797-1798) – 20′

Allegro con brio
Adagio
Tema con Variazioni: Pria ch’io l’impegno. Allegretto

MAURICE RAVEL
Ciboure, Francia 1875 – París 1937

Trío con piano en la menor

(1914) – 27′

Modéré
Pantoum. Assez vif
Passacaille. Très large
Final. Animé

PAUSA 15'

DMITRI SHOSTAKÓVICH
San Petersburgo 1906 – Moscú 1975

Cinco piezas para violín, clarinete y piano

(arr. Lev Atovmyan) – 10’

Prelude. Moderato
Gavotte. Tranquillo, molto leggiero
Elegy. Andantino
Waltz. Tempo di valse, moderato
Polka. Vivace

LUDWIG VAN BEETHOVEN

Trío con piano en Re "Fantasma", n.º 1, op 70

(1808) – 30′

Allegro vivace e con brio
Largo assai ed espressivo
Presto

COMENTARIO

por Ana García Urcola

En los años finales del s. XVIII, Beethoven lucha por su reconocimiento como compositor y no solo como intérprete. El trío op. 11, escrito en 1797 para un público aristócrata ilustrado, se calificó de rebuscado en exceso a pesar de su carácter amable. El brillante Allegro es una forma sonata que destaca por sus contrastes, mientras que el Adagio conquista por ese bello tema anunciado por el violonchelo y retomado sucesivamente. El Tema con variaciones final se basa en una melodía de una ópera cómica muy popular en las calles (Gassen) de Viena, de donde proviene su nombre. Cada variación tiene su propio carácter, hasta el punto de eliminar el tema de una de ellas.

El trío op. 70 n.º 1, compuesto en 1808, es fruto del arrebatado amor de Beethoven por la princesa Anna Maria Erdödy, su dedicataria. Según E.T.A. Hoffmann, este trío y el siguiente demuestran que el autor llevaba en el fondo del alma el espíritu romántico, plasmado en esa oposición dramática entre un tema muy enérgico y una melodía llena de ternura del Allegro. El tema principal del Largo, misterioso y nocturno, es el que habría inspirado el sobrenombre de la obra, los fantasmas. Pero la claridad y un carácter triunfante vuelven con el Presto final.

Ravel compuso su Trío en San Juan de Luz en el verano de 1914 a una velocidad inusual debido a su próxima y arduamente buscada incorporación a filas. En él combina su gusto por el clasicismo con evocaciones tanto personales como exóticas estilizadas con inimitable refinamiento. El Moderé comienza con un ritmo cercano al zorcico, en forma de nana que se torna apasionada para mantener esa alternancia constantemente. El Pantoum toma su nombre de una forma poética malaya en la que dos sonidos contrastantes de ritmos diferentes se van siguiendo, lo que se combina con la influencia del jazz en los tres estratos temáticos. El Passacaille parte de una escala pentatónica que va del registro grave al extremo agudo a través de repeticiones sucesivas para volver a las profundidades. En el Final, Ravel demuestra una vez más su genio para la instrumentación y para gestionar la tensión.

Las Cinco piezas de Shostakóvich provienen de diferentes obras del compositor. Su amigo y alumno Lev Atovmyan las arregló con su aprobación para piano y dos violines, aunque es habitual que al segundo lo sustituya un clarinete. Se trata de música directa y juguetona, pero no exenta de dolor por momentos, aunque lejos de la angustia que caracteriza ciertas obras del ruso.