Daniel Hope es uno de los violinistas más brillantes y prestigiosos de la actualidad. Con una extensa carrera vinculada al gran repertorio pero con una destacada predilección por los compositores del siglo XX, el sudafricano vuelve este fin de semana junto a la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña para interpretar el < strong> Concierto para violín de Mieczyslaw Weinberg .

Al frente de la OBC estará la directora alemana Anja Bihlmaier , que debuta en L’Auditori de Barcelona con este programa en el que también destacará la Sinfonía n. 4 de Robert Schumann, una de las aportaciones más valiosas del compositor romántico. Bihlmaier es la tercera de las cinco batutas femeninas que están visitando a la OBC durante la Temporada de Primavera. Directora principal invitada de la Orquesta Sinfónica de Lahti , a partir de agosto, asumirá también el cargo de directora principal de la Residentie Orkest, en La Haya . Con este nombramiento, Anja Bihlmaier se ha convertido en la primera directora principal de la Residentie Orkest y es la segunda mujer que consigue llegar a esta posición de todas las orquestas holandesas.

La génesis de la Cuarta sinfonía de Robert Schumann es uno de los primeros casos, en la historia de la música, de revisión y transformación profunda de una sinfonía. Si bien fue compuesta y estrenada en 1841, no fue hasta diez años después que el autor dio por buena una reorquestación que aliviaba significativamente una instrumentación apretada. La estructura de la pieza también fue alterada: varios fragmentos se suprimieron y otros estuvieron agregados.

Respecto al Concierto de Weinberg que interpretará Daniel Hope, debemos decir que el interés por este compositor tan poco conocido es cada vez mayor. Injustamente menospreciado, vivió buena parte de su vida en el ostracismo y hostigado por razones políticas y étnicas. De origen modesto, polaco y judío en la Unión Soviética, sufrió directamente el antisemitismo y las purgas estalinistas contra los artistas considerados contrarios al régimen. El autor no escuchó nunca el Concierto para violín y cuerdas, op. 42. A pesar de ser compuesto en 1948, se estrenó en Moscú en 1999 y se registró por primera vez en 2007 con la Amsterdam Sinfonietta. De una estructura sencilla y lírica, influida posiblemente por la amenaza sobre cualquier indicio de formalismo o experimentación atrevida, se trata de una obra que juega entre la jovialidad y la tragedia, entre la ironía y la severidad. Weinberg, sin duda, es uno de los grandes compositores soviéticos y se merece su lugar junto a Shostakovich, Khachaturian o Prokófiev.

Este concierto se podrá seguir en directo el domingo por la mañana a las 11 h a través de Cataluña Música .